¡Hola a todos y todas! A raíz de la conferencia realizada el otro día por Javier Bermejo, docente del Colegio Nuestra Señora de los Infantes de Toledo (Ver entrada), he querido reflexionar un poco más sobre el enfoque que él llevaba a cabo en muchas de sus clases, el Aula Invertida o Flipped Learning.
El Flipped Learning se define de manera oficial por el Flipped Learning Network como:
«El Flipped Learning es un enfoque pedagógico en el que la instrucción directa se mueve desde el espacio de aprendizaje colectivo hacia el espacio de aprendizaje individual, y el espacio resultante se transforma en un ambiente de aprendizaje dinámico e interactivo en el que el educador guía a los estudiantes a medida que se aplican los conceptos y puede participar creativamente en la materia«.
Así, este enfoque consiste en que los alumnos acceden a los contenidos en casa, realizando alguna actividad mediante TIC para que el docente pueda registrar y ser consciente antes de la clase de qué dudas o problemas tiene cada alumno. Después, en el aula, se trabajan dichos contenidos de manera práctica desarrollando las competencias. Así, Flipped Learning presta especial atención a los vídeos didácticos. Es decir, la instrucción directa se da en un contexto individual fuera del colegio de manera atractiva y variada, para que se adapte a todos los estudiantes, comprobando si se han comprendido los contenidos; y en el aula se crea un ambiente de aprendizaje dinámico e interactivo con el profesor como guía, de manera que los alumnos afianzan contenidos y desarrollan habilidades y comportamientos de manera competencial. Este enfoque favorece que se puedan atender las diferencias individuales del alumnado.
No obstante, Javier nos decía que teníamos que tener varias cosas en cuenta. Por un lado, era un tipo de enfoque que no podíamos utilizar en todas nuestras clases debido a que se tenía que invertir mucho tiempo en realizar el material si se iban a crear vídeos personales sobre cada contenido. Y, por otro lado, porque los estudiantes debían estar familiarizados con diferentes formas de trabajar para no desanimarse y desmotivarse excesivamente cuando se optara por una metodología muy tradicional y estuvieran acostumbrados a algo más activo. También decía que a la hora de crear vídeos, la duración no debía ser excesiva, no superando los 10 minutos en Educación Primaria.
Este enfoque es aplicable a cualquier etapa formativa, entre otros motivos porque crea un ambiente facilitador del aprendizaje, de cooperación y de inclusión educativa. Además, cabe destacar que se basa en teorías constructivistas como las de Bruner, Ausubel o Piaget, las cuales rompen con el paradigma tradicional para poner a la educación al servicio de la evolución social y vital, y en consecuencia, de las TIC.
La educación actual debe caracterizarse por el alumno como protagonista de su propio aprendizaje más que por el paradigma tradicional en el que el maestro es un transmisor de conocimientos. El rol del profesor en la actualidad es de ser un guía en el aprendizaje, brindando herramientas y oportunidades al niño. En este nuevo enfoque educativo, el Flipped Learning, el dominio de las TIC por parte de los menores es fundamental para su adaptación a la sociedad.
Del mismo modo, el equipo docente requiere de formación específica para abordar el aprendizaje de aquellos con dificultades ya que, con este enfoque se fomenta una mayor inclusión educativa, al dar la oportunidad de que cada niño o niña aprenda a su ritmo y el docente pueda centrarse en atender durante la práctica, en lugar de realizar la práctica en casa y que se dependa de la ayuda de los padres y madres.
¡Hasta la próxima entrada!
Bibliografía:
Santiago, R. (16 de marzo de 2014). Los cuatro pilares del Flipped Learning, ¿los conoces? The Flipped Classroom. https://www.theflippedclassroom.es/los-cuatro-pilares-del-flipped-learning-los-conoces/
Tourón, J. y Martín, D. (2018). Flipped learning y el aprendizaje:¿otra moda pedagógica?. Íber Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, (90),7-14.
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